jueves, 16 de junio de 2016

Aves y saurios 7: Los dinosaurios no volaban

Como ya decía en el artículo Las plumas no surgieron para volar, los científicos tienen claro que los dinosaurios no volaban. Y es que los pterosaurios, esos fantásticos rep-tiles con gigantescas alas que todos conocemos de cómics, películas, muñecos y dibujos animados no eran dinosaurios. Reptiles, sí. Arcosaurios, también. Pero dinosaurios, no.

Y no son dinosaurios porque estos poseen dos características que les distinguen del resto de reptiles y les separa de los lagartos: son de sangre caliente y tienen las extremidades rectas en lugar de arqueadas hacia fuera (que, de hecho, es lo que obliga a los lagartos a “reptar”).

Donde sí entrarían sería en el grupo de Arcosaurios que también incluye a aves y cocodrilos ya que poseen los características propias de estos, como tener una ventana anteorbital (traducido: un agujero en el cráneo delante del ojo). Otros reptiles que no son dinosaurios aunque la gente lo crea serían los ictiosaurios (muy parecidos a los delfines) o los plesiosaurios (parecido a lo que la gente imagina que hay en el lago Ness). Básicamente, si vuela o nada, no es un dinosaurio.

Por cierto, que tampoco serían dinosaurios los pelicosaurios, esos reptiles con una enorme cresta a la espalda. De hecho, esos son nuestros antepasados, pero de ellos hablaremos otro día.

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