jueves, 12 de febrero de 2015

Los herbívoros no digieren la celulosa

Pues no, no hay ni un solo animal que pueda digerir la celulosa, que es el principal componente de las plantas. Ninguno. Cero. Todos los animales que existen en el mundo sin excepción carecen de las enzimas (las proteínas que intervienen en las reacciones) necesarias para romper las largas y complicadas cadenas de la celulosa. Repito: ninguno en absoluto. Ni las termitas, ni los elefantes, ni los humanos, ni las hormigas, ni los extintos diplodocus. Niente, si lo prefieren en italiano.

Entonces, se preguntarán ustedes ¿cómo es que los animales herbívoros pueden alimentarse de hojas, tallos o troncos? Pues gracias a que cuentan en su cuerpo con unas simpáticas bacterias simbiontes que sí son capaces de metabolizar la celulosa. Pueden tenerlas alojadas en estómagos especiales como los rumiantes o en estructuras de la boca para que se mezclen con la saliva mientras mastican (los escarabajos comedores de madera como la carcoma) e, incluso, los hay que tienen las bacterias al final de su intestino y se ven obligados a ingerir sus propias heces para obtener la celulosa bien digerida por las bacterias (es el caso, por ejemplo, de conejos y roedores herbívoros). Pero que conste que estos últimos no se comen cualquier cosa, sino que distinguen entre “heces definitivas” y “heces para comer”.

Lo más curioso de todo es que esta asociación con las bacterias hace que los herbívoros no sean tan herbívoros como se creía desde siempre. Al entrar la celulosa, las bacterias se multiplican hasta que se acaba la comida. Luego mueren y son digeridas con el resto del alimento, proporcionando al animal valiosos nutrientes como proteínas.

Nosotros no tenemos estas bacterias en ningún sitio y no absorbemos la celulosa (aunque sí otras cosas como el almidón o las vitaminas). Es lo que en las revistas de moda, nutrición, deporte y ñoñerías varias se conoce como “fibra” y su propiedad principal (muy importante, por cierto) es limpiarnos el intestino. La falta de bacterias especializadas también hace que las dietas puramente vegetarianas necesiten aportes de proteínas esenciales, aquellas que nuestro cuerpo no puede producir y no se encuentran en las plantas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario