martes, 21 de febrero de 2017

La reproducción de los marsupiales

Todos sabemos que los marsupiales tienen una bolsa llamada marsupio que les sirve para llevar a sus crías, pero eso no llega a dar una idea de lo increíblemente flipante que es la reproducción en los marsupiales. Para empezar, las hembras tienen dos vaginas laterales con su propio útero independiente. Pero, por si dos vaginas no fuera suficiente, cuentan con otra más que va por medio de las otras y que solo sirve para el parto. Por supuesto, con tanta vagina, el pene de los machos no podía ser normal (más allá de su pinta de zanahoria pocha) y muchas especies presentan la punta bifurcada para inseminar las dos vaginas laterales a la vez.

Pero ahí no acaba la cosa porque la principal característica de los marsupiales es que carecen de placenta, por lo que el embrión no puede ser alimentado más que con sus propias reservas y alguna secreción del útero. Así, tras apenas un mes de gestación, el embrión (una cosa rosada que parece una lombriz gorda con manos) se ve obligado a salir al exterior y escalar a su madre en busca de los pezones que tiene en la bolsa (en los marsupiales que tienen bolsa, que no son todos). Si lo consigue, se colgará de él durante un par de meses hasta estar completamente formado.

Y para acabar, una última curiosidad: la madre es receptiva desde el mismo momento del parto, pero los óvulos que sean fecundados entonces no se desarrollarán hasta que no termina de amamantar a la cría (unos dieciocho meses después). Que la cangura tiene una bolsa, pero no el bolso de Mary Poppins.

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